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YokoKinawa — 78. Forest
Published: 2020-03-02 11:46:50 +0000 UTC; Views: 1678; Favourites: 41; Downloads: 3
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Description
100 Dracula Theme Challenge1. Greetings2. Castle
3. Bath
4. Night
5. Mirror
6. Precious
7. Brides
8. Eyes
9. Parents
10. Shield
11. Escape
12. Dress
13. Children
14. Drink
15. Shadow
16. Danger
17. Road
18. Kiss
19. Experiment
20. Mons
Eleonor sigue confundida: por lo que pasó en el túnel, por lo que está haciendo ahora, por lo que podrá pasar en los próximos momentos; las mismas preguntas permanecen y nuevas surgen a cada segundo. Lo único que le da estabilidad es la aparente tranquilidad del corcel, parece no estar enojado...
Ensimismada en sus dudas y pensamientos, no se percata de los cambios en su exterior, ahora la luz de la luna alumbraba en todo su esplendor, ya habían dejado los faros y las edificaciones atrás, la calle había finalizado hace ya varios pasos, se estaban alejando cada vez más de todo lo familiar.
- ¿Por qué me está pasando esto a mi? ¿qué fue lo que hice para merecer ésto?... ¿Qué es lo que querrá conmigo? ¿a dónde vamos?... ¿qué le pasará a mi hog-?...
... mi casa....
esa casa...
esa vieja choza...
no... puedo decirle hogar...
nunca lo fue...
Porque nunca...
nunca... tuve a algún pony a mi lado...
alguien quien se quedase conmigo...
que se preocupe por mi...
alguien con quien pueda compartir la comida y platicar, con quien reír y jugar, con quien pasar esos momentos tan lindos que tienen los ponys felices...
Siempre he estado sola...
Si desaparezco ahora... no va a importar... nadie me va a extrañar... nadie va a notar que ya no estoy....
Lo más seguro es que hasta la anciana Etelvina se alegre de ya no verme... nunca le agradé... siempre me retrasaba con la renta...
¿por qué me está pasando ésto ahora?....
¿por qué me tocó esta vida?... ¿por qué yo? -
Elevó su mirada angustiada por un segundo para percatarse de que estaban ya entrando al bosque. - ¿C-Cuándo? - Volteó hacia atrás y divisó a lo lejos el cementerio, el último y más alejado rastro del pueblo.
No lo puede creer, se están adentrando al peligro; ese sitio es mortífero, todo el mundo sabe, está lleno de monstruos come carne, animales salvajes e incluso dicen que tiene atrapadas dentro de su terreno las lamentables almas de varios ponys que encontraron en él su perdición hace más de un siglo. Sólo los locos y los que buscan la muerte se atreven a atravesar la línea de lo seguro para adentrarse a ese lugar.
Eleonor siente la necesidad de advertirle al extraño, pero éste camina hacia el bosque con una tranquilidad que asusta.
El intercambio de palabras no es necesario, ella lo entiende, él vive ahí.
Árboles altos con el follaje oscuro y frondoso son los primeros en recibirlos, tan juntos entre sí, que la luz de la luna no pasa de manera íntegra de entre ellos, creando una atmósfera tétrica en la tierra. Unas cuantas estacas de madera vieja clavadas en el suelo, un poco más altas que el guía, parecen indicar una entrada, al pasar por entre ellas, la unicornio sabe que ya no hay retorno, de alguna manera sabe que ya no va a volver a salir del lugar. Voltea hacia atrás una última vez. Suspira con pesar.
Lo primero que nota al adentrarse, es la oscuridad, es tan profunda y densa que parece devorar la luz nocturna sin problema alguno; es como un gran monstruo negro que aguarda por ellos, invitándolos a perderse entre sus abismales fauces, acobijado por una manta de espesa bruma. El olor que despide es una extraña mezcla de humedad, tierra y plantas, es penetrante a la nariz, no insoportable pero sí algo incómodo de acostumbrarse. Lo único familiar que hay en el ambiente, es el frío, cala los huesos, se impregna en el cuerpo, la hace tiritar de nuevo, pero, todo eso no es lo que la aterra más...
Lo que más le asusta, es el silencio...
A excepción de sus pisadas y las de él, no se escucha nada, ni un grillo, ni una lechuza, ni siquiera la suave brisa nocturna, sólo están las hojas y pequeñas ramas siendo aplastadas por ambos. Esa tranquilidad no es normal, aun habiendo vegetación, el lugar parece no tener vida.
En su negación voltea hacia arriba y hacia abajo, de izquierda a derecha, buscando algún animalito, por más pequeño que fuese, debe de haber varios... ¡alguno siquiera! Eleonor quiere sentir que no están solos y que es un bosque normal; pero al carecer de evidencia, deja que el miedo se apodere de ella nuevamente.
Gracias a la neblina del lugar puede ver sus exhalaciones, la poca iluminación apenas se lo permite, son rápidas y continuas, escucha los latidos de su corazón, son de igual manera, el sonido del palpitar es muy fuerte, tan fuerte que seguramente él también los escucha.
Tiene todos sus sentidos en alerta, sus ojos bien abiertos y las orejas bien erguidas; es frustrante que los sentidos sean inútiles ante la aplastante oscuridad y ante la ausencia de sonido.
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Comments: 1
Ese bosque suena mucho mas acogedor que una cínica ciudad
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